1. Contexto de la instalación
Un consejo regional en South East Queensland, Australia, debía hacer frente a un problema crítico en la planta de tratamiento de aguas residuales de Imbil. El sistema existente, basado en contactores biológicos rotativos (CBR), estaba obsoleto y su rendimiento se había deteriorado gravemente. Diseñados para tratar aguas con sedimentación pero sin un adecuado pre-desbaste, los CBR ya no conseguían operar de manera óptima.
Esta ineficiencia conllevaba el incumplimiento de las condiciones de la licencia y de los estándares de calidad del efluente, con riesgos para el ecosistema local y posibles sanciones. Los costes operativos habían aumentado debido al mantenimiento frecuente y a un mayor consumo energético. Por lo tanto, era necesaria una modernización completa del sistema, que sustituyera las unidades obsoletas, mejorara el pretratamiento de las aguas brutas y garantizara la eficiencia y la resiliencia a largo plazo. La solución debía ser compacta e integrable con la infraestructura existente.
El objetivo era restablecer la plena funcionalidad de la planta, asegurando un efluente de alta calidad, reduciendo el impacto ambiental y optimizando los costes.
2. Solución propuesta
Para responder a las necesidades del Consejo Regional, se eligió a MAK Water, distribuidor en Oceanía de las tecnologías de MITA Water Technologies. La solución combinó estratégicamente tecnologías avanzadas para superar los límites del sistema anterior, respetando las restricciones del sitio.
La primera fase preveía la instalación de un tamiz mecánico de entrada aguas arriba del proceso, con una capacidad de 108 m³/h y orificios de 5 mm, para eliminar los sólidos gruesos de las aguas residuales brutas. Este pretratamiento fue fundamental para proteger los equipos aguas abajo, previniendo atascos y desgaste.
El corazón de la solución fue la implementación de dos nuevos contactores biológicos rotativos (CBR) Biorulli® de MITA Water Technologies, en sustitución de las seis unidades obsoletas. Estos sistemas de oxidación biológica aeróbica aprovechan el crecimiento de un biofilm en discos giratorios parcialmente sumergidos en el licor. La lenta rotación expone alternativamente el biofilm al agua y al aire, favoreciendo la degradación de los contaminantes. Esta tecnología ofrece una gran flexibilidad frente a las variaciones de carga, un bajo consumo de energía y una rápida puesta en marcha, generalmente en 10-15 días. Su compacidad permitió una instalación sencilla en los espacios existentes. MAK Water proporcionó una solución preensamblada, minimizando los tiempos de obra.
3. Resultados y factores clave de éxito
La intervención de MAK Water ha supuesto resultados notables para la planta de Imbil. Los nuevos Biorulli® alcanzaron el pleno funcionamiento en solo 15 días desde la puesta en marcha, sin necesidad de inoculación bacteriana. Esto permitió restablecer rápidamente la funcionalidad de la planta.
El nuevo sistema ha garantizado el cumplimiento normativo, con un efluente tratado que ha superado constantemente los estándares de calidad requeridos (DBO5 máxima de 20 mg/L), eliminando el riesgo de sanciones y protegiendo el medio ambiente.
Desde el punto de vista económico, los costes operativos se han reducido drásticamente. El consumo energético de los Biorulli® ha demostrado ser muy bajo, con un ahorro significativo en los costes de explotación. La simplicidad de gestión y el mantenimiento mínimo han reducido aún más los gastos.
La flexibilidad operativa de los Biorulli® ha sido un factor clave, demostrando insensibilidad a las variaciones de carga hidráulica y una rápida recuperación del rendimiento. El enfoque con equipos preensamblados ha reducido los tiempos de instalación. Esta combinación de eficiencia, bajos costes, robustez y facilidad de implementación ha convertido la solución de MAK Water y MITA Water Technologies en un modelo de éxito para el tratamiento de aguas residuales urbanas.
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