La mayor fuente de contaminación de las aguas de descarga se compone de sustancias orgánicas. La naturaleza actúa espontaneamente ante dicha forma de contaminación, desarrollando bacterias que descomponen los desechos orgánicos. Las bacterias se encuentran en competencia con otras formas de vida acuática en lo que se refiere a la necesidad de oxígeno. Si el oxígeno falta, las bacterias no sobreviven y la calidad de las aguas se ve gravemente afectada. El factor determinante para la salud de las aguas es por lo tanto el oxígeno y en consecuencia el grado de contaminación se expresa en términos de BOD, es decir el requerimiento biológico de oxígeno.
Los filtros percoladores surgen para satisfacer este requerimiento biológico de oxígeno antes de que las aguas sean descargadas en los cuerpos hídricos receptores, evitanto así efectos nocivos de eutrofización en ríos lagos y mares.
El llenado para lechos percoladores margherita es el resultado de la evolución de los llenados empleados en el pasado, como por ejemplo grava y madera. Con el uso de este nuevo material de llenado se pueden realizar estructuras más altas, con superficies específicas mucho más elevadas y con un reducido riesgo de atasco.
Los materiales de llenado estructurados bioset están formados por una serie alternada de hojas planas y/o onduladas de PVC; encoladas de modo tal que suministren una estructura liviana, robusta y rígida. Estos módulos resultan capaces de soportar cargas elevadas.
Estas estructuras, fruto de un cuidadoso diseño, suministran elevada superficie activa para el aumento bactérico en un volumen relativamente reducido y poseen espacios libres de paso debidamente grandes como para evitar acumulaciones bactéricas que puedan causar el atasco del filtro.
El flujo del líquido percolante puede ser, dependiendo de los modelos, vertical o con corriente cruzada, la estructura de los llenados bioset es tal que impide el paso directo de todo el módulo. En las hojas han sido introducidas corrugaciones para permitir que la biomasa se adhiera más fácilmente y así aumente la turbulencia local, que favorece el intercambio de oxígeno entre el aire y el agua residual.
En la práctica, el líquido residual se distribuye de forma uniforme, impidiendo la caída libre y facilitanto el deslizamiento mojando toda la superficie útil con una capa uniforme y fina. El líquido residual, que contiene residuos orgánicos, está en continuo contacto con un flujo de aire con circulación natural que provee oxígeno de forma constante. De este modo, las bacterias que se desarrollan en la superficie de llenado tienen todos los elementos necesarios para su desarrollo.
Gracias a su estructura modular y al peso contenido, los bloques bioset se pueden manejar con facilidad, almancenar e instalar en torres de percolación.